Lo primero que hice fue crear un par de criaturas, pues había dos modos y no sabía cuál debía utilizar. En el primero sólo te permitía utilizar algunas opciones, pero con el segundo me dejaba elegir entre un montón de ojos, piernas, manos,... hasta un tope de genes, que si los gastabas no podías añadir más. Aquí teneis el resultado:




Se guardaron algunos avatares de la creación de ambos:
Por último, comencé una partida nueva, pero no conseguí utilizar estas criaturas, sino que empecé por una célula a la que, según iba comiendo y reproduciéndose, le iba añadiendo partes:

Cuando ya la tenía así, tocó llevarla a tierra, por lo que se tuvo que adaptar, le puse piernas, etc... y luego, seguir mejorándola:
Al final, tras descubrir el fuego, toca la fase tribal:
El juego me pareció entretenido. Mientras estás en el agua, lo que intentas principalmente es comer sin que te coman. Luego, en tierra, empecé a hacerme amigo de otros seres, pero al final, acabé intentando hacerme amigo de los mas fuertes (difícil, porque son mejores), y matando a los que eran iguales que yo. Y si los veía demasiado grandes, intentando no cruzármelos.
En la fase tribal, ya no sólo diriges a una criatura, sino a toda la tribu, pudiendo mandar a unos una cosa y otros otra. Además recogen comida. Yo iba matando a las demás tribus, que si no, me robaban la comida! Y ya os contaré más la proxima vez que juegue!