

A la hora de cenar, lo único que hacía era reírse de mi, por el simple hecho de que me asusté viendo a una araña, ¡PARECÍA UN LUNÁTICO!
Su madre tuvo que calmarlo, pero no sé... es como, tan relajada, que si él quiere obedece.
Habían pasado tan sólo diez días y ya me tenía loca...
Desperté de ese día interminable... y viendo la realidad, Lucas era el rey de la casa...
Su padre con mi madre hablaban todo el día de negocios, mi madre ya no me prestaba atención en nada; mi tío Vladimir feliz en el gimnasio junto con su esposa y la madre de Lucas.
Estaba realmente sola...

Como salida de esta soledad, fui a tomar aire afuera; vi a Lucas, y lo esquivé... lo dejé hablando atrás.
Pensaba durante horas que la soledad es triste, más soledad existe cuando no tienes a un padre al lado tuyo, que te cuide y te diga "mi pequeña" o "¡qué grande estás!", cada vez que te ve. Desde siempre mi madre estuvo involucrada en la política, y en mi casa solo estaban las niñeras, ningún amigo de la infancia... ¡NADA!
Sí, estoy agradecida de que tuve la oportunidad de viajar a muchas partes, pero hubiese preferido quedarme en casa.
Mientras caminaba tantas preguntas daban vueltas en mi cabeza:
¿Cómo será mi padre? ¿Qué profesión tiene? ¿Por qué se habrá ido de casa? En mi caminata, rompió el silencio Lucas:
Lucas: ¿Cuánto más tendré que seguirte?
Me dí una vuelta, y lo veo jadeando como un perro; entre risas y enfado-.-
Claudia: ¿Por qué me sigues?
Lucas: Quería reírme de algo, y necesitaba un motivo
Claudia: ...

Claudia: Estás loco.
Lucas: No, solo aburrido.
Seguí mi caminata, con una cola atrás mio. Lucas tomó mi brazo y me tiró hasta él.
Lucas: En verdad tenemos que volver a la casa.
Claudia: Si tú quieres ir con tu "mami" vete, yo quiero estar sola.
Retomé la caminata y nuevamente Lucas hizo la acción anterior.
Claudia: ¡¡¿QUÉE?!!
Lucas: Tenemos que volver, tu mamá me envió a buscarte.
Claudia: ¿Qué quiere?
Lucas: No lo sé, te llamó, parece que es sobre...
Interrumpí:
Claudia: Si estas inventando algo, te juro que te mato... te saco cada partícula de tu "hermoso" cuerpo.
Lucas: Ya dije lo que me mandaron a decir, si quieres ir, ¡es tu problema!... Yo me largo.
No me dí cuenta, y Lucas ya había desaparecido... Seguí pensando, sentía el viento en mi cara, me hice una con el mundo. Lloré, mucho... sentía en la piel cada problema; mi padre, la soledad...
Buscaba cada respuesta.
Sonó mi móvil, era Yollan... mi mamá.
Claudia: ¿Aló?
Yollanda: ¡¿EN DÓNDE ESTAS?!
Claudia: Afuera, cerca de la laguna... ¿por?
Yollanda: Necesito darte una noticia... muy importante.
Claudia: ¿Qué pasó?
Yollanda: Cuando llegues hablamos, solo las dos... ¿Lucas te lo dijo?
Claudia: Sí, pero no quise escucharle...
Yollanda: Bueno, ahora vente a la casa... estaré en mi habitación, así podremos hablar tranquilas...
Claudia: Está bien.
¿Qué quiere decirme mi madre?, ¿será alguna noticia de papá?
Las mismas preguntas que día tras día nublan mi mente...
1 comentario:
Ese tal Lucas como que no me va...aunque supongo que al final terminaran juntos, jeje, me gusta mucho!!! maaaaaaaaasssssss!!!!
Publicar un comentario