Besos de Vampiro 4: ¿Una relación saludable?

 -¡¿Eres un qué?! -exclamó Ellie sin poder asimilarlo correctamente.
  -Un vampiro... -le repitió sin dudar. -Todo lo que creías saber, es mentira.
  Los ojos de Ian la observan con precaución.
  -¿Qué? ¡No puede ser!... Ese diario, y la forma como asesinaste a...
  Ellie se asustó realmente al contemplar las probabilidades, así que decidió huir, pero Ian ya estaba frente suyo. Se movió tan rápido que ella ni siquiera pudo verlo.
  -¡Como puedes hacer eso! ¡Quiero irme! -vociferó Ellie.
  Ian se acercó a Ellie nuevamente con tal rapidez que ella aún no concluía la frase.
  -No te quiero lastimar... solo escúchame... por favor.
  Pero Ellie ya no quería saberlo. Salió corriendo sin mirar atrás.

  -No podía dejar de pensar en tí... y en lo que me dijiste -susurró Ellie acercándose a Ian en el banco donde estaba sentado, a la hora del receso. -No me has hecho alguna clase de encantamiento para que piense en ti, ¿verdad?

  -Jamás haría eso -mintió Ian.
  -Quiero saberlo todo. He buscado sobre vampiros en internet, pero solo obtengo basura ficticia y personajes que brillan en la luz del sol -explicó Ellie.
  Ian soltó una ligera carcajada.
  -El sol realmente me mata. Somos criaturas sociales de la noche.
  Ellie sintió que sus pelos se erizaban.
  -¿Tienes poderes? -preguntó ella un poco más fascinada.
  -Y también desventajas...
  -¿Vivirás eternamente?
  -No, pero mucho, mucho más que tú.
  Ellie notó que Ian estaba quemándose lentamente.
  -Creo que estás incómodo. Deberíamos entrar... Vamos a conversar en el taller.
  Ian le guiñó un ojo a Ellie y desapareció de su vista. Ella caminó rápidamente y lo encontró allí.
  -¿Quieres matarme? -preguntó Ellie un poco temerosa.
  -No, no puedo.
  -¿Y eres tú quien asesina a toda esa gente?
  El rostro de Ian se suavizó.
  -No... hay más vampiros en la ciudad. Más de los que te puedes imaginar.
  -¿Y como logran hacer todo eso? -preguntó Ellie gentilmente.
  -Podemos cazar, podemos hacer que alguien piense en nosotros -se detuvo para observar el rostro tensionado de Ellie. -Podemos leer las mentes, podemos ser realmente fuertes y extremamente veloces.
  Ellie estaba realmente asustada, y caminó hacia afuera para recomponerse. Ian le alcanzó.
  -¿Y por qué me dices todo ésto?
  -Por que realmente siento algo por ti.
  -¿Has utilizado uno de tus trucos en mi? -preguntó Ellie queriendo no saber la respuesta.
  Ian asintió en silencio.
  -Pero solo una vez -replicó Ian antes de que Ellie pudiera decir algo.
  -Uau... ¿Y tienes alguna debilidad? ¿Morirías de algún modo?
  -Claro que sí. Moriría de sed, expuesto a la luz del sol, el ajo puede enfermarme y beber sangre animal también -contestó Ian confiante.
  -Gracias -dijo Ellie aliviada. -Gracias por decirme la verdad.
  -Tendremos una relación saludable... eso espero...